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Blindatutarjeta.com cuenta con la certificación PCI DSS Nivel 1, el máximo estándar de seguridad y antifraude en pagos con tarjeta

La empresa europea de tecnología Biocryptology se ha aliado con Kíneox (nueva denominación de IMSolutions), fintech que optimiza los procesos de cobro mediante soluciones innovadoras y seguras, para desarrollar una plataforma tecnológica que permitirá pagar en tiendas físicas y de comercio electrónico de forma rápida y segura en apenas dos pasos con todo tipo de tarjetas y de móviles que tengan reconocimiento biométrico. Los usuarios sólo necesitan la aplicación de Biocryptology y registrar su tarjeta bancaria en blindatutarjeta.com para identificarse, comprar y pagar de forma segura. La tarjeta queda blindada ante eventuales intentos de fraude y el consumidor paga sin necesidad de insertar su número secreto cada vez que compra.

Frente a otras opciones de pago con el móvil que hay en el mercado, la solución de Biocryptology y Kíneox aporta mayor seguridad (los datos están encriptados), facilidad de uso y universalidad. Este sistema permitirá a los usuarios pagar con cualquier tarjeta de crédito o débito, en cualquier tienda y con cualquier móvil con identificación de huella, mientras que el resto están limitadas por los acuerdos que las marcas de teléfonos alcancen con cada banco.

Asimismo, Blindatutarjeta.com cuenta con la certificación más alta en seguridad para pagos con tarjeta, PCI DSS Nivel 1. Se trata de un estándar de seguridad impulsado por las principales compañías emisoras de tarjetas de pago para ayudar a comercios, proveedores de servicios y bancos a reducir el riesgo de fraude con tarjetas de crédito mediante la protección de las infraestructuras que procesan, transmiten o almacenan datos de tarjetas de crédito.

Esta solución utiliza la biometría, técnica que permite diferenciar a una persona de otra a partir de una característica física e intransferible que puede ser la huella digital, la cara, el iris u otras. La biometría aporta seguridad y comodidad a miles de procesos donde el usuario debe dar fe de su identidad real, haciendo prácticamente imposible el robo de identidad y el fraude en documentos y transacciones.

Ahora comprar en tiendas físicas y online será más sencillo. En las primeras, el usuario se identifica desde la aplicación, donde previamente ha cargado sus datos, y confirma la compra con la huella (biometría). En el comercio electrónico, se identifica a través de un código QR que se genera al entrar en la tienda y confirma igualmente con su huella.

Con una facturación de 28.423 millones de euros en los nueve primeros meses del año pasado (+29,9%), según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el e-commerce vive en España una época dulce. Un dato sólo nublado por el alto porcentaje de personas que no terminan la compra (abandono del carrito) por problemas de login y formularios, que Google Pay estima en un 30%.

Raul Legaz, director de Biocryptology, apunta que “al eliminar la necesidad de contraseñas y formularios, es lógico prever que las ventas de las tiendas crecerán de forma exponencial y la experiencia de los usuarios será mucho más grata”.

“La mayor dificultad que se encuentran los e-commerce es cómo ofrecer una solución segura sin que conlleve dificultades para el usuario”, comenta Javier Bartolomé, director de Kíneox. “Con la solución de Biocryptology obtenemos un servicio totalmente seguro y una mejor experiencia de usuario en el momento del pago, lo que agiliza la operación.”

50.000 usuarios en tres meses El alta y uso de la plataforma de Kíneox y Biocryptology es gratis para los particulares. Kíneox y Biocryptology esperan alcanzar 50.000 usuarios en tres meses. Esta solución permite además cumplir con los requisitos de doble autenticación que establece la nueva Directiva europea de Medios de Pago (conocida como PSD2) que entra en vigor el 14 de septiembre y convierte el teléfono móvil en el medio de pago más rápido, efectivo y seguro. Con todo ello, se ofrece a los usuarios una experiencia de pago online segura, mucho más ágil y, al mismo tiempo, se elimina el riesgo de fraude.

Los clientes evitan así el largo y tedioso proceso de identificarse cada vez que entran en una tienda online, y no se ven obligados a recordar contraseñas, incluir sus datos de pago y reconfirmar la operación cada vez que realizan una compra, tanto online como en comercio electrónico.

La directiva PSD2, que sustituye a la de 2007, está destinada a proteger al usuario de un posible acceso indebido a su información sensible. El nuevo escenario obliga a las entidades bancarias a adoptar las medidas de seguridad necesarias para garantizar el control total sobre quién y cuándo acceden a esos datos, implementando lo que se conoce como SCA (Strong Customer Authentication) para garantizar que realmente es el usuario quien está dando permiso para acceder a dichos datos.