En España, más de 9,8 millones de personas superan los 65 años y se enfrentan a un doble riesgo: quedar fuera de la digitalización y ser el objetivo prioritario de los ciberdelincuentes. "El problema no es solo que la tecnología ignore a los mayores, es que esa falta de adaptación los convierte en el objetivo perfecto para los estafadores", advierte Isabel García Baños, CEO y cofundadora de Bleta