Ir de compras, ya sea de forma presencial u online, permite evadirse de la realidad y conseguir un chute dopamínico rápido, pero puede conllevar el riesgo de convertirse en una obsesión, con graves consecuencias psicológicas y económicas. Las compras compulsivas responden a una alteración específica del comportamiento y que impide controlar los impulsos que llevan a comprar. Algo que puede aumentar en esta época del año. Los shopaholics siguen un mismo patrón de conducta y, Psicopartner explica cuál es