Jubilados y jóvenes son los dos sectores que están sufriendo de forma más grave la actual situación económica. Los jóvenes, por las escasas perspectivas de encontrar un empleo y las personas mayores, por la precariedad de la mayoría de sus pensiones. Dirigidas a la tercera edad las hipotecas para mayores de 65 años, que ofrece el crédito privado, pueden ser un remedio para millones de personas que han pasado de clase media a pobre.