Ante la situación actual, en la que ha caído la demanda de compra-venta y alquiler de inmuebles y han descendido notablemente los precios, las agencias necesitan reinventar los servicios inmobiliarios que ofrecen y ampliar su público objetivo, llegando cada vez a más clientes potenciales. Por ello, las inmobiliarias buscan nuevas fórmulas, a través de Internet o servicios personalizados, para llegar a nuevos usuarios y abrirse y adaptarse al mercado.