Aunque en muchas ocasiones se utilizan como una forma de diversión, en otras, pueden tener connotaciones negativas debido a su rápida divulgación, ya que se puede utilizar con una intención diferente a la deseada. La manera de comunicarse entre los jóvenes está cambiando. Según el último informe de Qustodio, los menores españoles pasan cada vez menos tiempo en las aplicaciones de comunicación convencionales. En el último año, su uso ha disminuido un 12%