Desde junio del año pasado el índice de morosidad del sistema financiero español ha escalado 2.73 puntos alcanzando el récord histórico de 9.42%. En este escenario el crédito privado se posiciona como un remedio efectivo y rápido para hacer frente a los préstamos impagados que, en continuo aumento, parecen no ver el final de su imparable crecimiento.