Actualmente, muchos economistas se realizan las siguientes preguntas: ¿Puede desaparecer el dinero físico como lo conocemos hoy? ¿Tienen las monedas y billetes los días contados o es imposible que dejen de estar en circulación? Los nuevos medios de pago y el uso cada vez más habitual de las tarjetas bancarias (influido por los cambios en las formas de comprar, como a través de Internet) hacen pensar que, quizá, el dinero físico tiene fecha de caducidad.