Compartimos con el Gobierno la necesidad de acometer urgentemente la reforma laboral: pero rechazamos su argumento – el mismo que utilizaba por cierto el Gobierno anterior- de que las cosas sólo pueden hacerse a su manera. Cierto es que la crisis nos obliga a tomar decisiones inaplazables, pero gobernar es elegir, lo que lleva implícito el reconocimiento de alternativas.