A un gran sector de la población masculina a la que le preocupa poco o nada ser padres. 6 de cada 10 hombres así lo aseguran, aunque un 60% de los encuestados no descarta tener hijos. Las recomendaciones pasan por revisiones periódicas pasados los 40 años, más de la mitad de los hombres de entre 30-50 años asegura no haber visitado nunca al urólogo. El estrés, la obesidad, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la exposición a productos químicos pueden disminuir la calidad del semen
Aunque históricamente el debate se ha centrado en la fertilidad femenina, estudios recientes destacan la importancia de abordar este tema también desde la perspectiva masculina, reconociendo su impacto directo en los resultados reproductivos. Esto ha desembocado en un cambio significativo en la actitud social en torno a ella, mostrando una creciente conciencia acerca de la salud reproductiva de los hombres. En este contexto, IVI ha realizado un estudio acerca de las "Actitudes hacia la fertilidad masculina", una encuesta realizada por GFK, que muestra el comportamiento y percepción de los hombres entre 30-50 años respecto al impacto del factor masculino en la fertilidad.
Estos resultados contrastan con los obtenidos del ‘I Barómetro social de la percepción de las españolas acerca de la maternidad y la fertilidad’, realizado hace dos años por IVI con la ayuda de GFK, apreciándose una diferencia importante. Y es que, la preocupación de estas acerca de las dificultades para una futura maternidad ascendió a un 53%, frente al 39% de los hombres.
"En este sentido, 6 de cada 10 hombres asegura que les preocupan poco o nada las dificultades por una futura paternidad, si bien un 60% de los encuestados no descarta tener hijos. Quizá influye el hecho de que los hombres no tienen la conciencia que sí presentan las mujeres respecto a la caducidad de su fertilidad, si bien es cierto que existe un alto consenso a la hora de considerar que la fertilidad masculina ha empeorado notablemente en los últimos 20 años", comenta el doctor Saturnino Luján, urólogo en la Unidad de Salud del Varón de IVI Valencia.
Otro de los resultados del estudio que llama especialmente la atención es el hecho de que más de la mitad de los hombres encuestados (53%), entre 30 y 50 años, asegura no haber visitado nunca al urólogo. Solo un 25% reconoce haberlo hecho puntualmente, y un 22% lo hace con frecuencia anual. Esto evidencia una realidad que hay que afrontar desde la divulgación y la concienciación, alentando a los hombres a tomar medidas proactivas para cuidar su salud reproductiva. Y esta concienciación pasa por acudir a revisiones periódicas, tal y como hacen las mujeres.
"Aunque se percibe un incremento de las consultas preventivas gracias a que se ha ido normalizando este hábito progresivamente, aún hay mucho camino por hacer en materia de prevención, de estigma y de información sobre la fertilidad masculina. En este sentido, la medicina reproductiva ha avanzado significativamente en el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad masculina, con técnicas de análisis, como los análisis hormonales y pruebas genéticas, que permiten conocer con mayor precisión los factores que podrían estar interfiriendo en la consecución de un embarazo", explica el Dr. Luján.
Si bien la frecuencia de los chequeos urológicos recomendados varía según la edad, factores de riesgo y antecedentes familiares, podríamos resumir las revisiones periódicas en dos grupos: Hombres de 18 a 40 años, en las que no son estrictamente necesarias salvo que existan factores de riesgo como antecedentes familiares de cáncer prostático o problemas testiculares, aunque se recomienda un chequeo cada 2-3 años para autoexploración testicular e idealmente hacer una valoración de fertilidad. Y, por otro lado, los hombres de 40 a 50 años, que deberían someterse a una revisión urológica al menos cada 1-2 años, especialmente a partir de los 50 para evaluar el riesgo de cáncer de próstata, hiperplasia prostática benigna o la disfunción eréctil y otros problemas urinarios que puedan comenzar a manifestarse.
Factores que afectan la fertilidad masculina
Los avances científicos en los últimos años han permitido entender mejor los factores que influyen negativamente en la fertilidad masculina, como la calidad del semen, la edad, los hábitos de vida y la exposición a toxinas. Y es que el estrés, la obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la exposición a productos químicos pueden disminuir la calidad del semen.
"Además, estudios recientes sugieren que la edad también juega un papel importante en la fertilidad masculina, ya que la calidad del esperma tiende a empeorar gradualmente a partir de los 45 años. Estas investigaciones han sido fundamentales para desafiar las creencias tradicionales que vinculaban la fertilidad masculina con una suerte de invulnerabilidad", concluye el Dr. Luján.