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Cuando se habla de compañías innovadoras es fácil que la mente se enfoque rápidamente en grandes multinacionales, marcas con la última tecnología o empresas que invierten millones en grandes campañas de marketing

Sin embargo, hay empresas que innovan de forma diferente y que, de este modo, han conseguido mantenerse en el mercado desde hace décadas. Es el caso de las 3 marcas españolas que se trae a continuación, empresas que siguen y seguirán en el tiempo gracias a que han sabido sentar sus valores y renovarse para poder mantenerse en un mercado cada vez más competitivo, cambiante y globalizado.

Compañías que no han sobrevivido porque si, si no porque se han reinventado, adaptado, y que han transformado su imagen para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de los españoles y tener así siempre un hueco en los hogares.

Don Juan, pioneros en la exportación

La empresa Don Juan es una marca familiar que nace en el año 1965 en la provincia de Sevillla, en un pequeño pueblo llamado Estepa, ubicado en el corazón de Andalucía.

Su labor es la fabricación de unos polvorones y mantecados que son sinónimo de calidad y la elaboración también de bombones y snacks de chocolate con la avellana como la gran protagonista.

Con estos productos y mucho esfuerzo Don Juan se impuso como uno de los primeros exportadores fuera de España de la zona de la Estepa. De este modo, su larga trayectoria y su apuesta por la innovación le han dotado de la experiencia necesaria y de la capacidad para poder seguir ofreciendo los mejores dulces mediante la especialización y la selección de las mejores materias primas.

La empresa, con el paso del tiempo, ha crecido y aumentado su gama de productos hacia otras variedades demandadas en la actualidad, como son galletas rellenas de crema, pastas para el café…

El Abuelo, sabor tradicional a través del tiempo

El Abuelo, dedicado a la elaboración de pequeñas delicias, centra su producción en la mano de maestros artesanos que utilizan las técnicas más tradicionales y productos totalmente naturales. Un proceso de elaboración costoso que, sin embargo, da como resultado un sabor natural como el de hace décadas.

Desde el año 1931 han puesto en la mesa turrones y dulces navideños referentes en lo que a calidad se refiere, con un secreto muy sencillo: respetar la tradición.

De este modo, teniendo siempre presentes sus valores y sus bases, han podido ampliar su gama de productos sin perder su esencia.

Álvarez Gómez, búsqueda de sus raíces La empresa Álvarez Gómez es, desde más de 100 años, un referente español en cuanto a lo que tradición, calidad y estilo propio se refiere.

Sus 3 socios fundadores, naturales de León, se marchan en Madrid en búsqueda de nuevas oportunidades. Es allí donde comienzan a trabajar en una droguería y donde se dan cuenta de la importancia del olor en las reuniones a las que asistían, donde el tabaco y el café no dejaban espacio para ninguno otro. Ellos, acostumbrados a respirar el aire fresco de su tierra deciden comenzar a fabricar de forma artesanal una fragancia a lo que están acostumbrados: algo puro, limpio y refrescante.

Es así como nace el Agua de Colonia Álvarez Gómez que se abre hueco no solo en los hogares si no en restaurantes y hoteles a nivel nacional.

Con las nuevas generaciones posteriores a los fundadores se alcanzan nuevos hitos como la construcción de una fabrica propia, una red de distribución nacional, nuevas líneas de producto y la inclusión en el negocio de nuevos profesionales. De esto modo, gracias a la apuesta en la búsqueda del crecimiento, la empresa ya cuenta con una cuarta generación que busca el permanecer vigente aún con el paso del tiempo.

Todas estas empresas cuentan con una gran selección de sus productos actualmente en internet, por ejemplo, en Bevilud, tienda online española en donde se puede adquirir cualquiera de estas marcas, entre muchas otras.