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El concepto de oficina flexible ya no es algo nuevo: está demostrando ser muy popular en todo el mundo, con el sector empresarial apostando por este modelo de espacio de trabajo frente al tradicional

Las diferentes consecuencias derivadas de la pandemia de coronavirus que están afectando al ‘nuevo curso’ han desencadenado un enorme aumento de la digitalización: el ritmo de las jornadas se ha tenido que adaptar a una nueva realidad digital en esta nueva normalidad, algo que se ha visto sobre todo en los primeras semanas de regreso a la oficina.

Pero de esta nueva situación ha nacido un nuevo punto de vista del trabajo que ya han vislumbrado muchas empresas: de entrada se han dado cuenta de que la vuelta a la oficina tradicional está resultando más difícil de lo esperado por la aceptación que ha tenido el trabajo desde casa como un modelo de trabajo viable; por otra, la importancia de la interacción en la oficina respetando el valorado distanciamiento social y las medidas de seguridad sanitarias que suponen un cambio en la cultura corporativa como se comprendía hasta ahora.

Es aquí donde entra en juego el punto medio entre los modelos de espacios de trabajo, tradicionales y digitales: el modo de Oficina Flexible, conocido también como ‘flexible office’. Sin ir más lejos las últimas estadísticas arrojan que, en el conjunto de Europa, la demanda es un 15% superior a los meses pre Covid-19 y que las peticiones de información han crecido un 5%.

Y es que en una época en que la incertidumbre de poder estar siempre en un mismo espacio de trabajo se encuentra en alza, quedan patentes las ventajas de un oficina flexible con servicios, con muchos beneficios asociados a este aspecto:

– Costes más bajos que los alquileres y arrendamientos de oficinas tradicionales.

– Conveniencia y facilidad de configuración.

– Plazos de alquiler más cortos que los arrendamientos de oficinas tradicionales y sin contrato de permanencia.

– Los gastos de mantenimiento están incluidos en las cuotas.

A partir de estas premisas, se puede aventurar que se verá la proliferación de opciones, de la demanda de los clientes que obliga a los operadores y propietarios a evolucionar agresivamente con sus modelos de workspaces en estas líneas, a diferenciarse y especializarse.

Gran Via Business & Meeting Center, espacio de oficinas flexibles en Barcelona, ya ha podido observar en sus años de experiencia y adaptación cómo los clientes reducen radicalmente el tiempo que están dispuestos a esperar para poder ocupar un nuevo espacio y el modo en que se estructuran.

“Desde Gran Via BC nos hemos movido rápido con tal de poder ofrecer soluciones flexibles a medida”, destacan desde el centro de negocios de la ciudad condal al hacer referencia a la adaptabilidad de sus gestiones para poder seguir ofreciendo un servicio de calidad con todas las garantías sin perder de vista las pautas de este modelo de espacio.

Con la elevada cantidad de empresas que está adoptando espacios de trabajo flexibles para su oficio cada año a escala global y, en vista de la actual perspectiva sociosanitaria, es probable que este crecimiento continúe y se acelere de manera potencial en los próximos meses.