De los muchos servicios que el gigante Google ofrece a empresas y particulares, pocos hay tan desconocidos -a la vez que muy importantes- como la Search Console o Consola de Búsqueda. Este servicio gratuito es la puerta básica hacia la comprensión de lo que se hace bien y mal de cara al marketing online
Para quien no conozca esta herramienta, sería adecuado decir que es el panel de control de la relación entre los servicios de búsqueda de Google y la gestión de las webs de las empresas, particulares o autónomos, indistintamente.
Panel de control gratuito: suena apetecible, pero como en todo lo relacionado con la competición empresarial, lo barato sale caro.
Tal vez no resulte caro en valor monetario inmediato, pero sí puede posponer desde mejoras menores hasta decisiones críticas. Esto puede ser fatal en entornos tan ágiles e imprevisibles como la WWW.
Al igual que un balance contable o una póliza de seguro, cualquier empresario/a debería poder gestionar mínimamente la información de la Consola de Búsqueda, pero el tiempo que pueda dedicársele será muy poco y la atención a los temas propios de la gerencia o la responsabilidad departamental se comerá todo indicio de interés por esta ventana al posicionamiento SEO de la web corporativa.
Así, tal vez sea el momento para buscar un soporte externo especializado. La mayoría de PYMEs echan de menos el perfil y aptitudes capaces de extraer valor de este servicio de Google, íntimamente ligado al éxito del proyecto web de la PYME.
No todas las empresas pueden permitirse mantener perfiles adecuados en plantilla, pero para estos casos existe la figura del consultor SEO freelance o las agencias de marketing online: ambos casos suponen una forma flexible de atender a los asuntos de marketing digital.
La forma más flexible es la consultoría externa en freelance, implicando menos medios que una agencia pero ofreciendo mucha más agilidad, flexibilidad y, si se acierta con la elección, resultados a un precio muy inferior al que requiere la estructura fija de una agencia. Además de recibir servicios preestablecidos y controlables, los costes permiten la consabida desgravación fiscal.