Rosa Sancho, Presidenta de la Comisión de Vacunación del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa, asegura que es importante informar a la población sobre el calendario de vacunación, pero sobre todo explicarles frente a qué se vacunan, y el porqué y la importancia de hacerlo para solventar las dudas.
Donostia-San Sebastián, 5 de junio de 2015,- Ante el caso del niño de seis años de Olot (Girona) ingresado de difteria por no haber sido vacunado por sus padres, ha hecho saltar las alarmas, y ha abierto el debate sobre la vacunación. Es el primer caso de esta enfermedad infecciosa y grave que se detecta en España desde 1987. Rosa Sancho, presidenta de la comisión de vacunación del colegio de enfermería de Gipuzkoa, se pronuncia y asegura, “en Gipuzkoa estamos en una situación buena, porque la mayoría de las familias siguen las recomendaciones y vacunan a sus hijos, pero hay colectivos minoritarios contrarios a las vacunas, que suelen estar muy presentes en medios, y calan sobre todo en padres jóvenes, que no han conocido el efecto de las enfermedades, y se cuestionan si vacunar o no”.
Una desconfianza que comenzó en 1998, tras la publicación en la revista The Lancet, sobre una investigación científica del cirujano Andrew Wakefield, en la que asociaba la vacuna trivalente (sarampión, parotiditis y rubeola) con un aumento del riesgo de padecer autismo. Una afirmación que años después se demostró su falsedad, pero que ya había sembrado la semilla de la duda sobre si las vacunas eran buenas o malas, sobre todo para los niños. “Detectar estas poblaciones indecisas es muy importante, para poder plantearles con claridad, de manera que ellos entiendan, la importancia de vacunarse incluso frente a enfermedades que no vemos, pero que siguen están si no nos protegemos”, concreta Rosa Sancho.
La vacuna tiene una doble vertiente, el aspecto individual, de protección a uno mismo, y el de protección colectiva. “En el momento en el que hay personas no vacunadas, hay personas susceptibles de contraer la enfermedad. Cuando hay un número suficiente de personas susceptibles hacen que se produzcan brotes, que es lo que está ocurriendo en otros países”, explica, Rosa Sancho, y desarrolla, “el hecho de que haya individuos vacunados lo que van a hacer es limitar la circulación de microorganismos, y por lo tanto, lo que van a hacer es que el resto de la población este protegida”.