Llevar una correcta alimentación es un aspecto clave a la hora de desarrollar de una manera adecuada la propia vida profesional y personal. Sin embargo, el ritmo diario a veces imposibilita esta práctica, por lo que una buena forma de solucionarlo es dedicar parte del tiempo personal a elaborar productos y alimentos. El queso, un producto típico de nuestra cultura y rico en beneficios y cualidades para la salud, es uno de los productos favoritos para esta práctica

El estresante ritmo de vida y las prisas de todos por compaginar exitosamente tanto la vida profesional como familiar, hacen que apenas se invierta tiempo semanal a la hora de elaborar un rico postre, una comida o algún producto hecho en casa. No obstante, en cualquier consejo de salud, se encuentra la premisa irrefutable de que “comer y cocinar en el hogar, siempre es mejor”.

A coalición de esto, no se puede dejar pasar la ocasión para traer algunas técnicas y consejos sobre cómo hacer quesos artesanos, uno de los productos estrella de la gastronomía española.

Hay tantos tipos y formas de hacer quesos y tantos ingredientes con que combinarlos, que la lista es interminable para todos aquellos amantes del queso.

Se podría empezar hablando sobre cómo elaborar queso camembert, el cual combina muy bien como entrante, para aperitivos o canapés, pero si es la primera vez que se enfrenta esta tarea, lo más recomendable sería echar un vistazo a los cursos para hacer quesos artesanos que se pueden encontrar en la red de redes. En estos cursos suelen facilitar normalmente todos los materiales que se necesitan, como:

Mohos y fermentos para hacer queso. Cuajos. Moldes. Libros etc., donde se encontrarán multitud de recetas para fabricarlos.

Por otro lado, uno de los quesos más demandados y consumidos en nuestro país es el queso fresco y, qué mejor manera de consumirlo, que siendo artesanal o hecho en casa. Son muchas las recetas para hacer queso fresco casero, una de ellas es:

Calentar a fuego muy lento un litro de leche en donde se echará una cucharadita de cloruro cálcico y una de cuajo en un cazo y se diluirá en la leche con una pizca de sal. Dejar reposar la leche durante 45 minutos hasta comprobar que hay cuajado. Cuando la leche esté sólida cortarla con un cuchillo en cuadrados de 1 cm y dejar que repose durante media hora. Forrar con una tela un molde e ir introduciendo con una cuchara la cuajada según se vaya desureando. Dejar que pierda el líquido hasta que coja consistencia. Guardar en la nevera.

Elaborar un queso de calidad no es complicado si se conocen las técnicas adecuadas y se tienen los materiales necesarios. A lo que a salud se refiere, un queso casero conservará todas sus propiedades, al no estar tratados químicamente. Servirá como fuente de calcio para los huesos, para combatir la osteoporosis o para reducir la placa bacteriana entre otros muchos beneficios.