El Tsunami tecnológico de los últimos años ha transformado la profesión de arquitecto. Primero fue CAD, que desterró las mesas de dibujo, y ahora es BIM, una metodología que coordina todas las disciplinas del proyecto adaptándose a la nueva realidad constructiva. BIM supone un antes y un después, pero incorporarlo al proceso de trabajo de los arquitectos no es tarea fácil por su curva de aprendizaje. Lo más recomendable es la formación mediante un curso o máster BIM para hacer correctamente esta transición