En el corto espacio de tiempo en la escala histórica transcurrido en el siglo XXI, las nuevas tecnologías se han introducido en la industria de forma vertiginosa, transformando procesos, reduciendo tiempos, innovando en producto y ampliando mercado con miras a la globalización. Quizás el arte, por estar alejado de los objetivos de la productividad, no ha sido contemplado suficientemente en la innovación y el desarrollo tecnológico