La gente está acostumbrada a tener un ritmo de vida, unas costumbres y una actividad que si no se realizan pueden transmitir cierta pérdida de libertad. Las personas que más lo sufren son los ancianos, pero llevar con tranquilidad el encierro en casa es muy fácil si se tiene una rutina. Es importante que aunque las personas mayores hayan perdido sus paseos y sus hábitos de moverse a diario no pierdan la costumbre de hacer algo de gimnasia activa diaria