Las vacaciones escolares son muy largas, y hay que aprovecharlas no sólo para que los niños se diviertan, sino para que aprendan buenos hábitos que les servirán el resto de su vida. Como protegerse del sol, fomentar la actividad física y los juegos, dedicar tiempo a la lectura, cocinar, aprender a cultivar y comer sano, ayudar a los demás