Los exfoliantes faciales permiten restaurar la lozanía de la piel, al remover de ella las impurezas que hacen que luzca opaca y sin vida. La piel es el órgano más grande del cuerpo, y la del rostro es más delicada y está propensa a recibir daños, que tienen que ver con: la exposición al sol, deshidratación, e infecciones que perjudican su apariencia