La neuroarquitectura ha demostrado que la decoración de un hogar no solo es importante para la organización del espacio y la luz, sino que, además, influye en el cerebro y las emociones. Decorar es algo más que crear ambientes siguiendo las últimas tendencias. Al elegir las formas y colores, se influye sobre el cerebro de los habitantes e invitados. Freehand Arquitectura, el estudio Boutique de Arquitectura Passive House Designers, lo cuenta todo acerca de cómo la decoración afecta al estado de ánimo