Los viajes de inmersión lingüística se han convertido en una de las herramientas más eficaces para que los jóvenes aprendan inglés de manera práctica y vivencial. Estos programas, que combinan clases en entornos nativos, actividades culturales y convivencia con familias anfitrionas, ofrecen una experiencia única que trasciende el aula. Empresas como Stand Up for Education lideran este sector, gestionando cada año el aprendizaje y desarrollo personal de miles de estudiantes en Reino Unido e Irlanda