Es un remedio provisional al que están acudiendo cada vez más familias que atraviesan por la dramática situación de tener a todos sus miembros en paro. Sin apenas recursos, el subsidio de desempleo es su única fuente de ingresos para vivir, acuden al crédito privado como único recurso para salir adelante, a la espera de una incierta posibilidad de que alguno de sus miembros encuentre un empleo que les permita recuperar la normalidad.