El trabajo, la familia, las tareas del hogar, las preocupaciones, etc. La rutina diaria y la monotonía, puede llevar a una situación de estrés que perjudica seriamente tanto a la salud física como mental. Si a esto se le añade el uso del móvil, el portátil, las redes o los mails. Estar todo el día conectado empeora la situación