La industria de la animación ha dejado de ser un sector minoritario para convertirse en uno de los pilares de la nueva industria digital. Se estima que en para 2017 el volumen de negocio duplique la facturación actual, alcanzando la cifra de 879 millones de euros (Rooter, 2012). En el año 2011, el sector dio trabajo a más de 8.500 profesionales, y se estima que esta cifra se extienda hasta los más de 21.000 animadores en 2017 (Libro Blanco de la Animación, 2012).