En Huesca, la situación está igual o peor que en Burgos: los oscences llevan meses protestando por los abusos de poder y las inversiones millonarias (13M de €) en peatonalizar media ciudad ante un consistorio que se niega rotundamente a recibir a a los vecinos. Hay cerca de 5000 firmas, concentraciones, manifestaciones, quejas ante el defensor del pueblo, y un grupo de Facebook de casi 2000 seguidores. Las noticias de Burgos han animado a los oscences a salir de nuevo a la calle el próximo viernes 24.