Cuando se tiene entre 30 y 50 años es bastante importante contratar un seguro de vida con cobertura de incapacidad. Especialmente cuando se tienen cargas familiares y mayores responsabilidades económicas, es el momento de pensar en el futuro, de valorar la posibilidad del fallecimiento o la incapacidad permanente. Casos en los que la pérdida de la capacidad productiva puede afectar, y mucho, al sostenimiento familiar