No todos los bebés pequeños tienen problemas de salud, pero un seguimiento especializado puede ser clave para prevenir complicaciones. Santiago Novoa, ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa, explica las posibles causas, factores de riesgo y cómo se aborda el control del crecimiento fetal durante el embarazo
Durante el embarazo, uno de los momentos más delicados para las futuras madres es cuando se les informa de que su bebé nacerá con un peso menor al esperado. Ante esta situación, surgen dudas, miedos y preguntas. ¿Es grave? ¿Puede haber complicaciones? ¿Qué controles se deben hacer? El doctor Santiago Novoa, ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa, aclara en esta entrevista las principales cuestiones relacionadas con el crecimiento fetal restringido.
El especialista explica que, si el peso estimado del bebé mediante ecografía está por debajo del percentil 10 -es decir, entre los 10 más pequeños de cada 100-, se considera que el bebé es pequeño. "Muchos de estos bebés no presentan ningún problema de salud, simplemente son más pequeños que la media. Pero en otros casos, puede haber una causa subyacente que conviene estudiar", indica el ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa.
¿Por qué puede ocurrir esto? Las causas son variadas: desde un funcionamiento deficiente de la placenta -frecuente en casos de hipertensión o preeclampsia- hasta infecciones como toxoplasmosis o citomegalovirus (CMV), o alteraciones genéticas o del desarrollo. "En los casos en los que el bebé no crece como se esperaba, hablamos de restricción del crecimiento intrauterino, y es fundamental realizar un control estrecho", señala.
Santiago Novoa menciona algunas condiciones que aumentan el riesgo de tener un bebé pequeño: tener más de 40 años, un bajo peso materno, fumar o consumir drogas durante el embarazo, o padecer enfermedades como hipertensión, diabetes o problemas de coagulación. También influye haber tenido un embarazo anterior complicado por hipertensión o un bebé pequeño, todos ellos son factores de riesgo.
¿Se puede prevenir? Entre las recomendaciones del especialista destaca la importancia de dejar de fumar, mantener un peso saludable y seguir los controles prenatales. "En mujeres con riesgo elevado de preeclampsia, el uso de aspirina en dosis baja desde la semana 12 a la 36 puede ayudar a reducir complicaciones", añade.
En ese caso, la embarazada será derivada a un especialista en medicina fetal. "Se realizarán controles ecográficos más frecuentes, estudios Doppler para analizar el flujo sanguíneo del bebé y pruebas complementarias según el caso, como análisis de sangre o una amniocentesis", detalla el doctor. También se controla regularmente la presión arterial y pueden requerirse estudios de orina y sangre para valorar el funcionamiento placentario.
¿Cuándo debe nacer un bebé pequeño? "Si el bebé es pequeño, pero su estado general es bueno, se suele recomendar el parto en torno a la semana 39-40. En cambio, si hay signos de retraso en el crecimiento, puede ser necesario adelantar el nacimiento a la semana 37 o incluso antes si el bienestar fetal está comprometido", apunta el especialista.
La vía del parto dependerá del estado del bebé. "Si el flujo del cordón umbilical es normal, el parto puede ser vaginal y programado mediante inducción. Si el flujo es anormal, se optará por una cesárea para evitar riesgos", afirma.
En Policlínica Gipuzkoa, el seguimiento de los embarazos con sospecha de restricción de crecimiento se realiza por ginecólogos especializados en medicina fetal, formados en la Fundación de Medicina Fetal. "Contamos con la experiencia y la tecnología necesarias para realizar un diagnóstico preciso y ofrecer un control integral y personalizado", concluye Santiago Novoa, ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa.