Cataliza presenta en T-Systems los resultados de cuatro años de estudio sobre el bienestar organizacional, señalando un cambio estructural: la carga de trabajo y el clima laboral emergen como los retos clave, por encima de la conciliación y las medidas individuales
Las oficinas de T-Systems en Barcelona han acogido un encuentro con profesionales de diversos sectores, reunidos para reflexionar, compartir experiencias y aprender en torno a modelos de gestión que impulsan el bienestar organizacional y la sostenibilidad.
La jornada, organizada por la consultora Cataliza, ha servido como marco para la presentación de los datos más recientes del estudio 'Termómetro del Bienestar Organizacional' que desde 2021, analiza los principales retos y prioridades del bienestar en el entorno empresarial.
El acto se inició con la bienvenida de David Mañas, VP Cloud & Cibersecurity de T-Systems, y Judith Aparicio, Socia de Cataliza, y contó con la intervención de Caroline Morales, recientemente incorporada VP de Recursos Humanos en T-Systems, quien subrayó que "el cuidado de las personas es un valor esencial para la compañía". Morales destacó que bienestar y sostenibilidad no son elementos accesorios, sino motores clave para la transformación hacia un modelo de trabajo más humano y sostenible.
A continuación, Carolina De León, Socia de Cataliza, presentó los datos más relevantes del estudio, que revelan un cambio profundo en la percepción del bienestar laboral: ha dejado de entenderse como un reto individual para convertirse en una cuestión estructural y colectiva.
Conclusiones clave del estudio
• El bienestar importa más que nunca, y sigue estando ligado al apoyo individual y a la gestión emocional, pero ya no es suficiente con intervenir solo en el plano personal.
• La carga de trabajo es un factor crítico, con efectos negativos tanto en el bienestar individual como en la dinámica de los equipos.
• La conciliación sigue siendo relevante, pero pierde protagonismo frente a factores relacionales y culturales.
• La mejora del bienestar requiere un cambio en la forma de trabajar y relacionarse: fomentar la confianza, la colaboración y el reconocimiento.
• El liderazgo es clave, y debe incluir el cuidado del propio, de la propia líder. Formar a líderes para que promuevan una cultura de bienestar —desde la práctica y el ejemplo— es una inversión imprescindible.
Experiencias prácticas y dinámicas colaborativas Durante el evento, Alexandra Reguera, HRBPde T-Systems, compartó una iniciativa transversal liderada por el área de RR. HH., orientada a mejorar la Employee Experience a través de focus groups con personas voluntarias de diferentes perfiles y generaciones. En estos espacios, se analizan los principales puntos de contacto del recorrido del empleado, se identifican los "puntos de dolor" y se extraen aprendizajes valiosos que influyen en la toma de decisiones.
Reguera subrayó que "conocerse de manera más personal facilita la conexión y contribuye a generar buenas relaciones, con un impacto positivo en el bienestar de las personas y su trabajo". La iniciativa incluye dinámicas como los Afterworks, encuentros informales para fomentar buenas relaciones entre las personas y los equipos.
Tras la presentación de resultados, Cataliza facilitó diversas dinámicas sistémicas y de inteligencia colectiva, que permitieron a los participantes —directores de RR. HH., responsables de sostenibilidad y líderes de diversas organizaciones— poner sobre la mesa retos reales, compartir experiencias y plantear estrategias innovadoras para impulsar el bienestar organizacional.
Conclusiones para un bienestar sostenible Las tres líneas de acción que Cataliza plantea para reforzar el bienestar de forma colectiva y estructural son:
1. Construir confianza: Crear espacios en los que sea posible escuchar activamente, discrepar sin miedo y pedir ayuda sin temor a mostrarse vulnerable.
2. Fomentar la colaboración: Introducir metodologías que impulsen la inteligencia colectiva, la cocreación y una mentalidad de aprendizaje continuo.
3. Cuidar la comunicación: Valorar y reconocer de forma genuina el trabajo bien hecho, contribuyendo a regenerar vínculos y reforzar la conexión entre personas y equipos.
Estas acciones, junto con iniciativas ya consolidadas como los programas individuales (coaching, mentoring, apoyo psicológico), y la formación en autogestión y liderazgo consciente, logran abordar el bienestar de forma integral.
Los participantes destacaron el valor de este espacio de encuentro por la posibilidad de intercambiar buenas prácticas, identificar retos comunes y construir comunidad. Las palabras que más se repitieron en la ronda final fueron: aprendizaje, conexión, responsabilidad, empatía, motivación, colaboración, intercambio… y gratitud.