Una encuesta nacional de Rentokil Initial revela que el 71% de las mujeres españolas desconoce su derecho a recibir productos de higiene menstrual gratuitos en espacios públicos como colegios o centros sociales
Una encuesta nacional realizada por Rentokil Initial arroja luz sobre una necesidad cotidiana a menudo no cubierta: el 46,15% de las mujeres españolas ha experimentado la situación de necesitar productos de higiene menstrual en un espacio público y no disponer de ellos. Este dato cobra especial relevancia en el contexto de la modificación en 2023 de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.
Metodología del estudio El estudio se llevó a cabo con una muestra de 1.000 mujeres españolas residentes en España, de entre 16 y 50 años, entre el 23 y el 25 de abril de 2025. El objetivo fue conocer el grado de conocimiento y la percepción de las usuarias potenciales sobre la obligación legal de dispensar productos de higiene femenina gratuitos en ciertos establecimientos públicos.
Desconocimiento de un derecho clave La modificación de la Ley Orgánica 2/2010 establece la obligatoriedad de ofrecer de forma gratuita productos de higiene íntima en centros educativos, hospitalarios, sociales y penitenciarios, garantizando su disponibilidad sin necesidad de intermediación y protegiendo la confidencialidad. Sin embargo, los datos del estudio revelan un notable desconocimiento: un 71,13% de las mujeres encuestadas afirma no saber que tiene este derecho. Solo un 28,87% estaba al tanto de la ley, informándose principalmente a través de noticias o medios de comunicación (33,91%) y redes sociales (23,88%).
La realidad de la falta de acceso La falta de conocimiento se traduce en una baja tasa de acceso efectivo. Solo un 12,69% de las mujeres que necesitaron productos en un espacio público declararon haberlos tenido a su alcance. Cuando se enfrentaron a esta situación sin productos disponibles (el 46,15% del total), las soluciones más comunes fueron pedir ayuda a una amiga o conocida (58,01%) o buscar una farmacia o comercio cercano (50,00%). Un porcentaje significativo tuvo que alterar sus planes, volviendo a casa para continuar (23,81%) o incluso cancelándolos (11,69%).
Dispensadores poco visibles o insuficientes El estudio también señala una escasa visibilidad de los dispensadores gratuitos. Un 78,02% de las encuestadas indica no haber visto nunca estos dispositivos en los espacios donde la ley exige su presencia (centros educativos, penitenciarios, sociales, hospitalarios). En otros espacios públicos como bares/restaurantes (39,05%), centros comerciales (37,28%) u oficinas (24,26%), el porcentaje de quienes nunca los han visto es aún mayor, alcanzando el 83,12%.
Entre quienes sí han encontrado dispensadores, la experiencia no siempre es positiva. La razón más frecuente de insatisfacción es la "Insuficiente cantidad o disponibilidad irregular" de los productos (47,73% de quienes los han usado), por encima del fácil acceso sin mediación (33,18%) o la buena calidad de los productos (25,45%).
Amplio respaldo social a la medida A pesar de las dificultades en el acceso y la visibilidad, el respaldo social a la medida es claro. Un 64,44% de las mujeres encuestadas considera que la distribución gratuita de productos de higiene menstrual es "totalmente necesaria", y un 30,37% adicional cree que es necesaria, pero requiere mejoras en su implementación. La potencial demanda también es alta: cerca de un tercio (29,57%) afirma que utilizaría estos productos de forma habitual si la medida se extendiese, y un 38,76% lo haría como último recurso.
Este estudio de Rentokil Initial subraya que, si bien el marco legal para garantizar el acceso a productos de higiene menstrual existe, es crucial aumentar la concienciación sobre este derecho y mejorar significativamente la implementación y visibilidad de los puntos de dispensación para que la medida tenga un impacto real en la vida de las mujeres.