Las expertas de Medik8, Byoode y Perricone MD, entre otras marcas, explican cómo aplicar aceites faciales durante los meses de frío
En invierno, las bajas temperaturas y la falta de humedad ambiental pueden comprometer la salud de la piel, generando sensación de tirantez, descamación e incomodidad. En este contexto, los aceites faciales se presentan como una solución efectiva para reforzar la barrera cutánea y proporcionar la nutrición necesaria.
¿Cómo afecta el invierno a la piel? El descenso de las temperaturas expone la piel a un doble desafío: el aire frío y seco del exterior y la calefacción en interiores. Este contraste térmico es una de las principales causas de deshidratación cutánea. "En invierno, la barrera cutánea, que debería actuar como un muro protector, pierde eficacia y por eso se evapora la humedad que deberíamos tener en la piel, dejándola seca, tirante y desprotegida", explica Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
Además, la menor humedad ambiental impide que el estrato córneo retenga el agua de forma natural. Raquel González, cosmetóloga y creadora de la firma Byoode, advierte que "si no fortalecemos la barrera de la piel, también se está expuesto a un mayor daño por radicales libres, contaminación y los rayos UV, que también están presentes en invierno".
La función de los aceites faciales en invierno Los aceites faciales desempeñan un papel clave como escudo protector frente a las agresiones externas. "Los aceites faciales son capaces de ejercer esa labor de escudo protector que necesita la piel con el frío", señala Marta Agustí, directora dermocosmética en Omorovicza. Además, estos productos suelen estar formulados con antioxidantes, que ayudan a neutralizar los radicales libres y prevenir el envejecimiento prematuro, como destaca Estefanía Nieto.
En pieles secas, sensibles o con afecciones como la rosácea, los aceites también ofrecen propiedades calmantes. "Aparte de nutrir y evitar que se escape la humedad, los aceites faciales también alivian el picor incómodo que se siente cuando la piel está seca o sensibilizada", agrega Raquel González.
¿Cómo aplicar los aceites faciales? Para obtener mejores resultados, los aceites faciales pueden aplicarse después del sérum y la crema hidratante. "Cuando se aplican en este orden, los aceites crean una película que sella la hidratación en el interior y refuerza la función barrera", explica Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD. Este método ayuda a prevenir la pérdida de agua transepidérmica, contribuyendo a una piel más suave y con un aspecto rejuvenecido.
Sin embargo, también es posible aplicarlos antes de la crema hidratante, utilizándolos como si fueran un sérum. "De esta manera, la piel se beneficia de la absorción de los lípidos antes de sellar la hidratación con la crema", concluye Estefanía Nieto.
Selección de aceites faciales recomendados Queen Oil, de Omorovicza: Contiene aceite de alfalfa, onagra y chía, fuentes ricas en omega, que reconstruyen los niveles de lípidos de la piel y fomentan la síntesis de ceramidas para retener la humedad y devolver el resplandor. Precio: 135 € en Purenichelab.com.
C-Tetra Serum, de Medik8: Suero lipídico con vitamina C estabilizada y textura de aceite en seco. Proporciona luminosidad y ayuda a reducir manchas. Precio: 55 € en Medik8.es.
Essential Fx Acyl-Glutathione Chia Oil, de Perricone MD: Aceite intensamente nutritivo con Omegas 3, 6 y 9, además de Acyl-Glutathione, que trata los signos de la edad y suaviza arrugas y pliegues. Precio: 97 € en Perricone MD.
Amaranth, de Byoode: Aceite facial con ingredientes como argán, soja, amaranto y col azul marina, que aportan omegas y vitaminas protectoras. Suavemente perfumado con aroma avainillado, está indicado para pieles secas, deshidratadas o con rojeces. Precio: 52 € en Byoode.com.
Los aceites faciales se consolidan, por tanto, como un aliado esencial para la piel en invierno, ayudando a preservar la hidratación y reforzar la barrera cutánea frente a las agresiones externas.