Sentir el abdomen hinchado o incluso notar cómo el tamaño de la cintura cambia a lo largo del día puede ser incómodo y preocupante. Pero, ¿qué hay detrás de esta molestia tan común? Julyssa Cobián, médico especialista en Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa explica las diferencias entre la hinchazón y distensión abdominal, sus posibles causas y cómo se pueden aliviar este problema.
Para evitar la hinchazón abdominal, la especialista señala que realizar ejercicio de forma regular tres o cuatro veces por semana puede ser muy beneficioso, así como las respiraciones diafragmáticas, que han demostrado ser útiles en pacientes que presentan alteraciones en la acomodación abdominal. También destaca la importancia de comer despacio y mantener horarios regulares, lo que ayuda a reducir la cantidad de aire ingerido durante las comidas. "Comer porciones más pequeñas y variadas de alimentos puede contribuir a mejorar los síntomas de distensión abdominal", añade.
La especialista destaca que es importante aclarar varios términos: "La hinchazón abdominal es una sensación subjetiva; el paciente siente tensión en el abdomen. En cambio, la distensión abdominal se refiere a un aumento objetivo del perímetro abdominal". Aunque estas dos situaciones pueden presentarse de manera separada, también es común que coincidan en el mismo paciente.
Causas funcionales
Según la especialista en Aparato Digestivo, "la mayoría de las personas que experimentan distensión abdominal lo hacen por causas funcionales" y dentro de estas, "encontramos tres grandes grupos de pacientes". El primer grupo incluye a quienes tienen un aumento real de gas en el abdomen, aunque, según la especialista, "esto es bastante raro, como en los casos de pseudo obstrucción abdominal crónica".
Otro grupo de pacientes son aquellos que padecen estreñimiento debido a una sinergia pélvica: "La sinergia pélvica ocurre cuando una persona no realiza correctamente la maniobra de defecar. Estos pacientes tienen dificultad para eliminar los gases, lo que provoca la distensión".
Además, existe un grupo de personas con hipersensibilidad abdominal. "Algunos pacientes sienten hinchazón incluso tras consumir una cantidad normal de comida o bebida. En estos casos, el problema no es la cantidad, sino cómo el cuerpo percibe ese contenido", añade la especialista.
Hay quienes experimentan una alteración en la acomodación abdominal. "El diafragma y los músculos abdominales deberían trabajar para evitar que el abdomen se distienda. Sin embargo, en ciertos pacientes, este mecanismo está alterado, lo que provoca la distensión sin que haya un cambio en el contenido abdominal", aclara.
Aunque la mayoría de los casos de distensión abdominal son funcionales, Cobián subraya que hay que estar atentos a posibles causas orgánicas, como tumores o acumulación de líquido en el abdomen, conocida como ascitis: "Estas distensiones suelen ser más persistentes y continuas a lo largo del día, a diferencia de las funcionales, que tienden a aumentar progresivamente".
La importancia de la alimentación
La alimentación también juega un papel importante, pero no siempre de forma determinante: "Ciertos alimentos, como las legumbres, pueden provocar distensión debido a la fermentación bacteriana, pero suele ser algo puntual". "Muchos pacientes no pueden identificar qué alimentos les causan distensión abdominal, porque el problema a veces no está en lo que comen, sino en cómo su cuerpo maneja el contenido en el abdomen. Si el abdomen no se adapta bien, pueden sentirse hinchados incluso después de comer lo normal", comenta la especialista en Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa.
Cobián aconseja prestar atención a la persistencia de los síntomas. "Si la distensión abdominal es constante y afecta la calidad de vida, es importante acudir a un especialista. En casos esporádicos, no suele ser necesario, pero cuando la distensión persiste a lo largo del día, es fundamental una evaluación médica", concluye.