Hoy en día, muchas personas comparten su vida y la de otras personas, incluida la de sus hijos menores, en las redes sociales. Ya sea para mantener a su entorno informado, para mostrar sus gustos o intereses o para presumir de las vacaciones. Actualmente, son muchos quienes suben fotos personales sin tener en cuenta los riesgos que ello puede conllevar.
Por ejemplo, la creciente presencia de influencers que viven compartiendo su día a día ha dado lugar a un fenómeno que se denomina "instamamis". De hecho, cada vez son más las madres y padres que comparten su experiencia de la maternidad, ofrecen consejos, etc. Y en esas publicaciones entran sus hijos, muchos de ellos menores de edad, a quienes comparten en muchas ocasiones sin tener en cuenta los efectos que pueden tener ellos.
Según el último informe de Qustodio, plataforma líder en seguridad online y bienestar digital para familias, ‘Nacer en la era digital: La generación de la IA’, el 87% de los padres y madres habla de manera habitual con sus hijos sobre sus hábitos y comportamientos en línea para poder prevenir algunos de los riesgos que traen las pantallas como puede ser exponerse demasiado. Sin embargo, al mismo tiempo, en algunas ocasiones, son los propios padres quienes muestran a sus hijos.
Gloria R. Ben, psicóloga experta de Qustodio, considera que esto se debe a que las redes sociales "se utilizan como una forma de conexión personal con gente con intereses comunes, lo que nos lleva también a buscar la aceptación del otro, compararnos con la vida de los demás e, incluso, competir por tener una vida mejor". Además, añade que "esta cultura de compartir se ha generalizado a toda nuestra vida, por lo que, nuestros hijos también entran a formar parte de esta fórmula".
¿Cómo hacerlo de forma responsable?
Compartir experiencias personales o consejos sobre diferentes cuestiones también puede beneficiar a algunas personas que están detrás de la pantalla a la hora de resolver problemas y, simplemente, sentirse identificados. Los peligros llegan cuando no se es consciente de la información que se comparte. Si se hace, los padres deben darse cuenta de cómo afecta a sus hijos esta exposición. Por ello, los expertos de Qustodio dan algunos consejos para hacerlo de forma responsable:
- Valorar la privacidad: hacer una revisión de la configuración para saber quién ve las fotos. Existen aplicaciones que permiten crear listas de amigos o familiares y así compartir el contenido con quien uno quiera, además de tener perfiles cerrados a los que no todo el mundo tiene acceso.
- Selección de imágenes: es importante hacer una buena selección, por ejemplo, evitando que los niños salgan de frente. También, tener en cuenta si ese contenido puede avergonzar a los menores o incomodarles.
- Evitar compartir información personal: al igual que hay que evitar que salga su identidad, es importante controlar la información que se da como el nombre de los uniformes de los colegios, actividades extraescolares, etc.
- Revisar comentarios: si se comenta a raíz de una publicación, hay que asegurarse de que no hay contenido inapropiado que pueda afectar al menor.
- Preguntarles: cuando ya tienen uso de razón, que sean ellos quienes decidan si quieren salir o no. Hay que tener en cuenta que sus fotos van a estar en la nube y que ya se les ha generado una huella digital.
Gloria R. Ben, psicóloga experta de Qustodio, concluye que "es muy importante proteger la seguridad de nuestros hijos en internet, pero sobre todo hay que tener en cuenta que nosotros somos sus modelos a seguir. Si nos ven compartir nuestra vida sin filtro y sin seguridad, van a aprender a que ellos también pueden hacerlo." Asimismo, añade que "una buena educación tecnológica empieza en ser ejemplo de una buena relación propia con las redes sociales y una buena comunicación con nuestros hijos".