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La entidad colabora con pequeñas organizaciones productoras principalmente en proyectos productivos del sector forestal, artesanal y alimenticio en Ecuador, Honduras y Guatemala. En México, la ONG ha formado alianzas y ha conseguido los recursos necesarios para empezar a trabajar en el país, apoyando igualmente a pequeños productores/as forestales para facilitar su acceso al mercado internacional

La crisis mundial a causa de la pandemia por la COVID-19 azotó económica y socialmente a diferentes puntos del planeta. Sin embargo, sus consecuencias fueron más notorias en zonas que, ya antes de la pandemia, tenían una economía frágil, una calidad de vida deplorable y una gran desigualdad económica y social. Es el caso de diferentes naciones de Latinoamérica como Ecuador, Honduras, Guatemala o México.

Entre las principales consecuencias que el virus dejó a su paso en estas zonas de América Latina se encuentra algunas como el aumento del abandono escolar a causa de la creciente necesidad de trabajar a una edad más temprana, lo cual repercute directamente en la calidad del empleo y los niveles de pobreza. Estas zonas de Latinoamérica también se ven afectadas por otras problemáticas como la inestabilidad política, conflictos armados, negocios ilícitos, acceso desigual a los recursos, la privación de servicios públicos estatales, o una explotación débil de los recursos autóctonos.

En este sentido, la Fundación COPADE - Comercio para el Desarrollo, desde hace años lleva a cabo numerosos proyectos internacionales que impulsan y favorecen el crecimiento económico y la mejora social de las personas más afectadas de estos territorios. Entre los proyectos más recientes y significativos que la Fundación puso en marcha se encuentran:

Fomento del emprendimiento sostenible. Generación de medios de vida sostenibles y resiliencia con enfoque de género para 1.360 mujeres y jóvenes afectados por la COVID-19 en barrios periurbanos de Guayaquil a través del acceso a la educación, el empleo y los emprendimientos: Este proyecto focalizado en la  ciudad ecuatoriana de Guayaquil, que cuenta con financiación del Ayuntamiento de Madrid, centra sus esfuerzos en actuar frente al incremento del abandono de los estudios de Bachillerato que da lugar al fenómeno conocido como ‘Sucesión intergeneracional de la pobreza’. Esta iniciativa ha buscado implementar un Bachillerato Técnico Productivo a través de una alianza con una institución educativa local y aproximadamente 20 empresas que otorgan jornadas de prácticas a estudiantes. Este proyecto también persigue ayudar a las mujeres de entre 41-50 años que, debido a las separaciones con sus parejas, se convierten en la única fuente de ingresos de su unidad familiar. De manera habitual, estas mujeres carecen de formación y se dedican al comercio informal o al empleo doméstico, dos de las actividades laborales que menores ingresos proporcionan. De esta manera, COPADE ha desarrollado un Escuela de Emprendimiento para mujeres para que estas se conviertan en formadoras de formadoras y así, puedan llegar a un segundo nivel de educación. Entre los principales resultados que se han obtenido de la puesta en marcha de este proyecto destacan la participación de 80 personas que consiguieron el Bachillerato Técnico Productivo en las modalidades de Ventas, y Seguridad Industrial. Por su parte, han sido hasta el momento 60 mujeres las que han conseguido ser líderes formadoras a través de la Escuela de Emprendimiento de Mujeres y 630 emprendedoras capacitadas en forma presencial. El proyecto cuenta con el apoyo financiero del Ayto. de Madrid. Café de origen Comercio Justo en Honduras: Este país ocupa el quinto puesto mundial entre los países con mayor presencia en el sector cafetalero. Además, el café se instaura como una de las principales fuentes de ingresos del país, contando con denominación de origen Marcala, la cual se cultiva en 19 municipios del centro hondureño. Fundación COPADE ha hecho posible que el café, comercializado bajo la marca de productos BIO y de Comercio Justo, Gaia & Coast, haya llegado al mercado español. Este café proviene de una cooperativa campesina con 1.514 pequeños/as productores/as asociados/as y que se rige bajo los principios de agricultura ecológica y las directrices del Comercio Justo. Madera certificada: En Guatemala, la Fundación trabaja desde hace más de una década para fomentar el comercio justo y responsable entre el país y Europa para elevar su competitividad a nivel internacional y nacional. La ONG colabora estrechamente con diferentes Empresas Forestales Comunitarias que gestionan y conservan la Reserva de Biosfera Maya e importa maderas sostenibles de origen tropical de excelente calidad, que luego son vendidas por la multinacional francesa Leroy Merlín. La iniciativa, que ha nacido de una alianza público-privada, tiene por objetivo apoyar a las comunidades forestales de Guatemala a salir de la pobreza a través de un modelo basado en la explotación forestal sostenible bajo las máximas del Comercio Justo.  Los productos cuentan con las certificaciones FSC® y Madera Justa y desde el comienzo de la alianza en 2014 hasta el momento, COPADE ha conseguido importar a España más de 40 contenedores repletos de con un valor de más de 3 millones de euros.  Bambú en Ecuador. En este país COPADE está trabajando muy activamente a través de 2 iniciativas. En primer lugar, el proyecto "Fortalecimiento productivo y desarrollo territorial de 300 familias de la comunidad de Cañaveral en la parroquia Cojimíes, para la generación de emprendimientos y auto empleabilidad en los eslabones de la cadena de valor del bambú", que cuenta con la financiación de la Fundación CRISFE y que pretende fortalecer las capacidades de estas 300 familias en procesos de construcción sostenible en bambú como una fuente alternativa de generación de empleo y certificación de mano de obra especializada, así como incidir en la política publica local para lograr aumentar el uso de productos de caña guadua y su comercialización, tanto de artesanías como de construcciones. Por su parte, la Asociación de Producción Artesanal Bambuseros de Bunche (Asoprobambu) y COPADE Ecuador han puesto en marcha el Proyecto "Fortalecimiento del modelo de comercialización asociativo de la cadena de valor de la caña guadua con enfoque de equidad de género y desarrollo de prototipos de productos para mercado nacional", una iniciativa que busca fortalecer la cadena de valor de la Caña Guadua en el cantón Muisne, provincia de Esmeraldas (Ecuador), a través de mejoras en los sistemas de producción, cosecha, postcosecha y comercialización de productos. Asimismo, el proyecto tiene por objetivo fomentar la comercialización asociativa con diferentes productos elaborados a partir de esta materia prima. El proyecto es financiado por la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional en Ecuador (GIZ) y el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador. Comunidades forestales en México. Fundación COPADE está participando en el proyecto. "Comunidades Prósperas y Sostenibles" financiado por la Agencia de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos,  junto con los ejidos, Empresas Sociales Forestales (ESF) y ejecutad por la ONG The Nature Conservancy. COPADE está encargada de investigar y plantear soluciones para facilitar el acceso de productos de madera tropical de la Península de Yucatán a mercados de exportación, diseñando juntamente con las partes implicadas alternativas y herramientas para lograr el acceso de estos productos forestales de madera tropical a mercados como el europeo. 

Otros proyectos que han llegado al final hace poco, pero que siguen rendiendo frutos para las personas que han participado, son:

Empoderamiento económico de población indígena y afrodescendiente a través del manejo sostenible de los recursos forestales en Frontera Norte: Desarrollado en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, este proyecto tuvo como principal objetivo fortalecer el tejido productivo de estas zonas para asegurar la reactivación económica. Esta región está especialmente afectada por el conflicto armado interno y el acceso inequitativo a los recursos. Las familias indígenas como las campesinas mestizas y afrodescendientes viven al borde de la escasez, además de verse afectados por la degradación progresiva de sus ecosistemas, los cuales son el principal sustento de la región. Para paliar esta situación Fundación COPADE junto con Fundación Altrópico, en alianza con el Grupo de Trabajo sobre Certificación Forestal Voluntaria – CEFOVE (FSC Ecuador) pusieron en marcha este proyecto, financiado por la AECID, para generar capacidades técnicas y formativas y contar con herramientas (equipos, horno, diseños, etc.) para mejorar la productividad de los propietarios forestales y ebanistas de cara a su acceso al mercado local, además de promover una gestión adecuada y sostenible de los bosques. Un total de 1.045 familias indígenas y afrodescendientes han resultado beneficiados de la puesta en marcha de este proyecto y una de las acciones más significativas ha sido la construcción y puesta en marcha del primer horno de secado de madera de la zona, diseñado para combustión con biomasa, lo cual ha logrado generar fuentes de autoempleo en la zona y, adicionalmente, impulsar la economía circular en toda la cadena forestal. Arte-Práctika: Innovación en la producción artesanal de artículos de madera con identidad territorial, como eje de reactivación productiva en la parroquia rural de San Antonio de Ibarra: Con la finalidad de contribuir a la disminución de la pobreza en parroquia rural de San Antonio de Ibarra y de la zona norte de Ecuador que ha estado especialmente afectada por la crisis de la COVID-19, Fundación COPADE ha puesto en marcha este proyecto, con el apoyo y la financiación de la GIZ (cooperación alemana), para reactivar la actividad productiva a través de la innovación en la producción artesanal de productos madereros y un sistema semi industrial de la cadena de productos utilitarios de madera. Apostando, además, por resaltar la riqueza cultural e identidad territorial de la zona. Para conseguir este objetivo se ha desarrollado un programa de formación técnica dual donde se ha formado sobre la elaboración de productos de madera con identidad territorial e innovando en la cadena de la madera. Además, también se ha implementado un modelo de producción en una red de talleres artesanales para la fabricación de muebles de jardín y exteriores, así como otros utilitarios del hogar. También se ha fortalecido el sistema de comercialización de estos productos a través de la identificación de canales masivos, nichos específicos del mercado y otros más novedosos como ‘market places’. Los principales resultados obtenidos en el desarrollo de este proyecto han sido el fortalecimiento de las capacidades productivas de 196 personas a través de la creación de 8 talleres, se ha diseñado un programa de capacitación a modo de teoría y práctica denominado ‘ARTE PRACTIKA’. Se ha hecho entrega de pequeña maquinaria y kits de materiales a 180 artesanos para explotar lo aprendido en los talleres y se han realizado 5 prototipos de artesanías innovadoras que resulten atractivas en el mercado. Un total de 196 personas, de las cuales 101 son mujeres, han resultado beneficiadas del desarrollo de este proyecto.