Estos puntos de atención reciben cualquier tipo de urgencia extrahospitalaria en los que la dotación establecida, según la propia Osakidetza, es de profesionales de la medicina, enfermería y Área Administrativa (AAC), con funciones bien definidas e imprescindibles para cada estamento.
Sin embargo, desde Semana Santa se están dando repetidamente situaciones en las que a falta de profesionales médicos, sus funciones y competencias no las pueden gestionar, ni deben, ningún profesional de los presentes en dichos servicios. Los profesionales del Área Administrativa (AAC) realizan sus funciones en primera instancia y las enfermeras y los enfermeros hacen sus valoraciones y el triaje conforme a sus funciones y competencias en segunda instancia, lo que conlleva a que enfermería, cuando tiene que derivar una situación al médico, a falta de éste, deba remitir al paciente a las urgencias hospitalarias.
El hecho de no poder prestar en el PAC una atención multidisciplinar, tal y como está establecido, genera una enorme sensación de estrés e inseguridad para los profesionales que trabajan en este servicio y también para los pacientes, todo lo cual pone en cuestión la calidad de la atención sanitaria que estos merecen.
Ambos Colegios creen que las situaciones vividas en estos puntos de atención "están traspasando todas las líneas rojas e incluso atentando contra la deontología médica y enfermera": atención médica sin médico/a, atención de enfermería sin médico/a cuando éste es necesario, pacientes sin derecho a la atención debida en un PAC, etc.
Por todo ello, tanto el Colegio de Enfermería como el de Médicos de Gipuzkoa instan a las instituciones a tomar todas las medidas necesarias para que el servicio que se presta en los Puntos de Atención Continuada se lleve a cabo en toda su dimensión, no siendo la falta de profesionales médicos una excusa para no cubrir con médicos y médicas los PAC.