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En el año 2021 hubo 1004 fallecidos y 3728 heridos graves en accidentes de tráfico. La mala visión está asociada a la siniestralidad en la carretera. Una revisión anual de la vista es fundamental, entre otras muchas razones, para conducir con seguridad. Además, la tecnología en las gafas puede ayudar a aumentar la seguridad en situaciones visuales que generan estrés al volante, y, por lo tanto, puede ayudar a aminorar estas cifras

En el año 2021 se produjeron 921 siniestros mortales en carreteras españolas, en los que fallecieron 1.004 personas y 3.728 resultaron heridas graves, según datos recién publicados por el estudio que, sobre el estado de la visión de los conductores en España, publican FEDAO y la Asociación Visión y Vida.

Según este mismo estudio, el 90% de la información que recibe el ser humano para la toma de decisiones llega a través de los ojos y las personas con peor visión tienen tres veces más accidentes de tráfico que el resto (datos de 2017), subrayando con cifras objetivas una obviedad: una buena visión al volante es un factor clave para aminorar la siniestralidad en carretera.

Más allá de números, la opinión de los conductores españoles certifica este mismo axioma: un 90% de los españoles cree que una buena visión es imprescindible para conducir: el 16,4% de los conductores cree que no tiene una buena visión al volante (38% en mayores de 65 años) y un 36% tiene dificultades para ver bien cuando mira el navegador o indicadores del vehículo. 

Con este panorama, y con 27,4 millones de licencias de conducción, la realidad visual de los conductores españoles es francamente mejorable.

Desde su condición de Fundación, nacida con el propósito filantrópico, entre otros, de mejorar la visión de favorecer la mejor visión de las personas en todo el mundo, en primer lugar, ZEISS recomienda, a partir de los 18 años, la edad con la que se puede empezar a conducir en España, hacerse al menos una revisión visual cada dos años. Y, a partir de los treinta, una al año, en todos los casos en una óptica de confianza, como la red de ZEISS Vision Expert, con casi 250 centros en toda España.

"De la misma manera que somos conscientes de la necesidad de poner a punto nuestro vehículo cuando salimos a carretera, no lo somos tanto de que nuestros ojos son la pieza más importante de la conducción. Tenemos que estar seguros de tener nuestros sentidos, y especialmente el de la vista, en perfecto estado cuando nos ponemos al volante. Ver bien, salva vidas en la carretera. Consecuentemente, las revisiones visuales periódicas contribuyen decisivamente a este propósito", señala Alberto Cubillas, director general de ZEISS Vision Care España.

Pero también la tecnología de las gafas puede ayudar a los conductores. Según este mismo estudio de FEDAO y de Visión y Vida, el 74,9% de los conductores utiliza gafas graduadas -un 58,6% de ellos con lentes progresivas-. Estos porcentajes se elevan hasta el 85,5% y 72,1%, respectivamente, en mayores de 65 años. La gran mayoría de los conductores (un 72%), está interesado en contar con unas gafas de uso diario que, a su vez, puedan solucionar los retos específicos que plantea la conducción, ya que experimentan incomodidades o problemas de visión al conducir con lluvia (94%), al atardecer (88%), de noche (76%) o con niebla (74%) (1).

Conduciendo, los ojos trabajan sin descanso. Cambian de enfoque constantemente entre la carretera, el GPS y los espejos retrovisores, central y laterales. El mal tiempo y las condiciones de luz adversas, dificultan la visión en la conducción. El diseño de lentes oftálmicas como ZEISS DriveSafe, gafas diarias para la conducción, reduce el estrés visual al volante y facilita la visión de los conductores para que lleguen a su destino, relajados y seguros, especialmente cuando la visibilidad es menor.

Uno de los momentos que genera más inseguridad al volante llega cuando, de noche, se produce un cruce con un coche de faros potentes, de Xenon, que ciega al conductor por unos instantes. Los deslumbramientos reducen la visibilidad de los objetos y la sensibilidad del ojo a los contrastes. Las lentes ZEISS DriveSafe reflejan parcialmente las luces de los otros vehículos y disminuyen el deslumbramiento percibido por el conductor, el tan temido efecto halo.

Otra situación comprometida se produce cuando el conductor mueve la cabeza para mirar los retrovisores o el cuadro de mandos, y deja, momentáneamente, de mantener la vista sobre la carretera (97% del tiempo de conducción frente a un 3% que puede resultar crítico), y aún más si el conductor es usuario de lentes progresivas. El diseño de las lentes DriveSafe evita movimientos horizontales de la cabeza, y facilita que el conductor mantenga la vista al frente.

Los conductores también se sienten inseguros en condiciones de luz escasa o en situaciones climatológicas adversas. En este sentido, también la tecnología de las gafas puede ayudar a conducir más seguros cuando hay menos visibilidad. La pupila cambia de tamaño a lo largo del día. Cuanta más luz hay a nuestro alrededor, más pequeña es, y viceversa. En condiciones de luz escasa, su diámetro es intermedio. En este caso, la percepción del espacio, así como el cálculo de la distancia, es más difícil para el conductor. El diseño de las lentes ZEISS DriveSafe toma en consideración el aumento de diámetro de la pupila del usuario cuando conduce con poca luz y su profundidad de enfoque se reduce, compensándolo mediante la Tecnología Luminance Design (TLD). Las lentes ZEISS DriveSafe mejoran la percepción del contraste y aumentan la visibilidad en condiciones meteorológicas adversas, además de reducir la fatiga visual. Un error de percepción de unos pocos metros, conduciendo, puede ser la diferencia entre sufrir o no un accidente.