El Día Mundial del Riñón se celebra el 11 de marzo y es una oportunidad para visibilizar la enfermedad renal cuya incidencia crece de forma silenciosa. Es una “epidemia silenciosa porque no muestra signos ni síntomas hasta bastante avanzada la lesión de los riñones. Ahora se ha visto incrementada además por el golpe de la pandemia que, en estos pacientes, ha incrementado el riesgo de mortalidad”, confirma.
Así lo expone el nefrólogo John Camacho, Jefe del Servicio de Nefrología y Hemodiálisis de Policlínica Gipuzkoa, para quien la incidencia de la enfermedad renal además va en aumento, por el incremento de la esperanza de vida y un diagnóstico precoz, afectando a uno de cada cinco hombres y a una de cada cuatro mujeres.
Para reivindicar la importancia de vigilar la enfermedad renal y para recordar la importancia vital de donar los órganos para beneficio de estos pacientes también; el nefrólogo ha querido presentarnos a uno de ellos, Abdel Nasser, un joven de 33 años, que nació sin riñones, lo que pudieron descubrir a raíz de diagnosticarle una “infección rara a los cuatro meses”, como él mismo ha relatado y a quien a los siete meses de su nacimiento le trasplantaron un riñón que “me duró hasta los siete años”, como él mismo relata. “Fui uno de los primeros bebés trasplantados en España y fue un éxito porque era casi imposible pensar en poner un órgano tan grande en un bebé”, explica.
La vida de Abdel ha estado muy unida a un servicio de nefrología. En 2017 tuvo la fortuna de poder recibir un segundo trasplante de riñón que le ha liberado desde entonces de tener que acudir a hemodiálisis. Pero, aunque ya no tiene que ir, recuerda que durante todo ese tiempo el tratamiento le ha “limitado a nivel social, a nivel de trabajo y a nivel de estudios, porque al final son 3 veces por semana, 4 horas diarias” explica. Así estuvo desde los 7 años hasta abril de 2017 en que recibió el segundo trasplante. Por eso, quiere con motivo del Día Mundial del Riñón, hacer un llamamiento de ánimo “para todas aquellas personas que están luchando -afirma-, que han luchado y todas las que quedan por recuperar, pero sobre todo quiere dar las gracias a todos los donantes de órganos, a todos los que nos dan vida y a los que intentan hacer lo posible para que estemos bien los pacientes” declara, aunque es consciente de que “todo esto va muy lento ahora por el tema del COVID”.
Para el nefrólogo John Camacho, en cuya unidad de hemodiálisis de Policlínica Gipuzkoa son atendidos mensualmente en torno a un centenar de pacientes con enfermedad renal crónica, “nuestros pacientes son personas muy especiales porque expresan unas grandes ganas de vivir” y considera que la vocación del Día Mundial del Riñón es que “la enfermedad se vea y sepamos de los esfuerzos que hace cada uno de estos pacientes que padecen una enfermedad renal crónica”.
“El número de pacientes que ingresan en hemodiálisis a partir de los 75 años va en aumento”, según afirma el nefrólogo de Policlínica Gipuzkoa, John Camacho. “Una campaña de prevención es fundamental -afirma- para que la gente aprenda a identificar los factores de riesgo de una disfunción renal”. “Entre los principales -añade- la diabetes, la hipertensión y la enfermedad vascular, que suponen el 50% de los casos; seguidos por la obesidad y el tabaquismo”. “Controlar el peso y los niveles de azúcar son fundamentales para que no haya una progresión de la enfermedad renal” concluye.