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¿Para qué sirve el orgasmo? Además de la respuesta obvia, para dar placer, existe otra que la da la biología: para ayudar a la concepción. Antonia González, embrióloga y experta en fertilidad natural, CEO de Onèt, lo explica

¿Para qué sirve el orgasmo? Además de la respuesta obvia, para dar placer, existe otra que la da la biología: para ayudar a la concepción. Antonia González, embrióloga y experta en fertilidad natural, CEO de Onèt, lo explica: "La naturaleza es sabia, aunque a veces no nos guste o no la entendamos. Y todo lo que hace nuestro cuerpo, si no lo maltratamos, tiene una razón y una utilidad. Y una de esas cosas es el orgasmo femenino. Soy experta en fertilidad integral, he dedicado casi toda mi vida a estudiar la biología humana, especialmente la embriología, y he tomado conciencia de que un embarazo es casi casi un milagro. Y el orgasmo forma parte de ese milagro", explica.

El orgasmo, tanto en el hombre como en la mujer, tiene como consecuencia el placer personal, y es la mejor forma de garantizar la continuación de la especie (siempre pensando en hace miles de años). La relación es muy sencilla, sexo implica placer, sexo conlleva reproducción, reproducción conlleva mantener la especie, y esto, es lo más importante para absolutamente todos los seres vivos.

En el caso del hombre el orgasmo va acompañado de la eyaculación del líquido seminal, y por tanto de los espermatozoides, que una vez dentro de la vagina nadarán por el útero para llegar a las trompas, y allí fecundar el óvulo. Además, se ha descubierto que los espermas sobreviven mucho más que el óvulo. El espermatozoide puede llevar a vivir dentro del útero hasta 5 días, mientras que el óvulo dura entre 24-48 horas como máximo.

En la mujer el orgasmo es bien distinto, ya que la mujer es la receptora, es la que acoge al esperma, por lo que a priori podría no tener sentido tener un orgasmo desde la biología pura y dura. Pues bien, sí, el orgasmo femenino también tiene una utilidad. Ya que se producen pequeñas contracciones uterinas, que ayudan al esperma a mantenerse y a nadar hacia las trompas.

Además, cuando se produce el orgasmo, la mujer suele tener la necesidad de parar, de descansar, incluso hay una mayor facilidad a dormirse tranquilamente. "Esto tendría otra teoría, y es que nos quedemos tumbadas, ayudando a que el esperma siga su curso. ¿Significa esto que si nos levantamos no nos quedaremos embarazadas? Absolutamente no. Pero es que de la mujer de las cavernas a la de hoy día, se ha cambiado mucho", sostiene.

Volviendo a la vida moderna, "la utilidad biológica reproductiva del orgasmo dejaría de tener mucho sentido, ya que cada vez más nos encontramos con problemas de fertilidad. Y las parejas, o mujeres sin ella, se someten a tratamientos de reproducción asistida, en los que no hay orgasmo, y aun así se consiguen embarazos, pero eso ya es otro cantar".

Hay teorías que aseguran que el orgasmo femenino fue necesario para que la mujer empezara a ovular de manera espontánea, pero son teorías, lo que sí se ha demostrado científicamente es que el orgasmo ayuda al esperma en su camino hacia el óvulo.

"Pero no debemos olvidarnos de que el orgasmo trae consigo otras virtudes para nuestra salud, como que mejora nuestro sistema inmunológico, nos ayuda a segregar más endorfinas, y por tanto nos relaja y nos hace sentir mejor. Pero no solo eso, sino que estas endorfinas nos reducen el dolor físico, de hecho se ha visto que tener un orgasmo reduce el dolor de cabeza.

Durante el orgasmo, además mejora la circulación sanguínea y por tanto la oxigenación, por lo que puede hacer que tengamos una mejor piel. Y eso no es todo, porque también rebaja la presión arterial, por lo tanto, además del ejercicio que se realiza durante el acto sexual, también mejoramos el funcionamiento de nuestro corazón. Todo son ventajas".

Otro aspecto a tener en cuenta, que no está directamente relacionado con el orgasmo, es que se ha demostrado que la mujer cuando está a punto de ovular y durante la ovulación tiene mayor apetito sexual, es decir, tiene una mayor libido, y esto no es casual, es otra vez la sabia naturaleza, que nos incita a tener relaciones sexuales cuando estamos más fértiles.

"Obviamente que podemos encontrar casos opuestos, ya que por el ritmo de vida que tenemos, que es totalmente antinatural, estos biorritmos pueden verse afectados, sobre todo en parejas que están teniendo problemas de fertilidad, y que el periodo de mayor fertilidad femenina se convierte casi en un suplicio, porque se ven “obligados” a mantener relaciones, tengan ganas o no, para intentar conseguir su sueño, tener un bebé, y cuando éste tarde, cada ovulación se convierte en una frustración, y por tanto pierde su sentido más básico, es más, por mi experiencia en consulta, la mayoría de mujeres que llevan mucho tiempo buscando, ni siquiera tienen orgasmos durante el acto sexual en la ovulación.

En estos casos yo recomiendo ayuda de profesionales, para que el sexo no se convierta en un “deber” más de nuestra vida y que finalmente no acabe interfiriendo en la relación de pareja. Una de las preguntas que hacemos en nuestros cuestionarios de fertilidad es ¿te sientes como una máquina de espermatozoides? y sorprende la cantidad de veces que los hombres nos dicen que sí.

Por eso nuestra filosofía es intentar encontrar salud física y emocional en el hombre y en la mujer, y por supuesto en la relación de pareja, porque los procesos de fertilidad desgastan mucho, y no todo vale, al menos bajo mi punto de vista, porque otra consecuencia de la infertilidad (o quién sabe si también tiene que ver con el origen) es los problemas de pareja que acaban en separaciones.

Así que para aquellos que están en la búsqueda, decirles que disfruten del camino, y en ese camino que haya orgasmos".

Antonia González es embrióloga en Onêt-Psicofertilidad Natural.