Actualmente centrar la estrategia de marketing en el cliente prima sobre cualquier otro elemento. La organización ha adquirido una vía por la cual se intentará que el usuario se sienta protagonista del encuentro. De esta forma al adquirir una hacienda para eventos en Sevilla, por ejemplo, intentarán adaptar al máximo posible la experiencia al tipo de invitado.
La creación de vínculos emocionales con los productos o servicios es cada vez más necesaria. De esta forma se ve como promocionan encuentros de forma que generan toda una historia alrededor de los mismo para conseguir ese carácter exclusivo y personal de los mismos. La práctica basada en la creación de eventos de carácter género con el fin de llegar al mayor número de personas ya no funciona. El usuario quiere sentirse único y eso es lo que buscan quienes organizan cualquier tipo de celebración.
Analizar el tipo de asistentes que acudirán es un método de lo más efectivo a la hora de empezar a diseñar el plan. Empresas como Hacienda Nuestra Señora de Guadalupe trabajan a diario para la personalización total de cada uno de los encuentros que tienen lugar en sus instalaciones. De esta forma consiguen construir relaciones prolongadas en el tiempo, siendo mucho más probable que el consumidor vuelva a acudir a este lugar.
Esto supone una gran ventaja a la competencia. La creación de un vínculo hace que se genere toda una serie de valores y principios que el consumidor tendrá en cuenta e irá difundiendo cada vez que nombre a la empresa.
Entre los más valorados por quienes acuden a una hacienda de celebraciones en Sevilla se encuentran la lealtad, la eficiencia o la diferenciación. Todas ellas enfocadas siempre a una mejora constante del servicio.