L’Oficina Catalana del Canvi Climàtic, del Departament de Territori i Sostenibilitat, ha finalizado el primer estudio que evalúa el grado de vulnerabilidad de los municipios catalanes sobre el cambio climático. El informe, que se presentó en la jornada técnica sobre adaptación local al cambio climático de Montesquiu (Osona), relaciona los riesgos asociados (cambios en los cultivos,incremento de las necesidades de riego, mayor riesgo de incendio forestal) a diferentes impactos climáticos (incremento de la temperatura, sequía) en 11 ámbitos que podrían verse afectados. En concreto, el estudio pone al día una nueva metodología que permite evaluar la vulnerabilidad del territorio delante del aumento de la temperatura en ámbitos como la agricultura y la ganadería, la biodiversidad, la gestión del agua, la gestión forestal, la industria, los servicios y el comercio, la movilidad e infraestructuras, la salud, la energía y el urbanismo.
Vulnerabilidad de las necesidades de riego
Para la agricultura y la ganadería, el estudio concluye que los municipios más vulnerables al riesgo de incremento de las necesidades de riego debidos al aumento de temperatura se sitúan, principalmente, en la Plana de Lleida (Segrià, Garrigues i Baix Urgell) i el litoral de Tarragona, concretamente al sur del Baix Ebre i al Baix Camp. También se encuentran principalmente en todo el litoral y les planes de l’Empordà, los municipios más vulnerables a los cambios en los cultivos debido al incremento de la temperatura. Respeto a la biodiversidad, los municipios más vulnerables al riesgo de incendio debido al incremento de la temperatura se encuentran, principalmente, en la franja de vegetación mediterránea y los ejes fluviales, donde hay más presión urbana.
Disponibilidad del agua
El estudio concluye que la vulnerabilidad de los municipios de Cataluña a la disminución de la de la disponibilidad del agua debido al incremento de temperatura es, en general, baja. Eso es debido a que el riesgo de la disminución de la disponibilidad del agua está afectando en mayor medida por la disminución en la precipitación y en menor medida por el incremento de la temperatura, aunque ambas intervienen en el balance hídrico.
Los resultados obtenidos en el proyecto permiten seguir aplicando la metodología desarrollada para el calculo de más indicadores de vulnerabilidad que incluyen otros impactos climáticos como, por ejemplo, la sequía. Los datos necesarios para el calculo de indicadores se han obtenido de fuentes públicas y una vez procesadas se han trabajado en un Sistema de Información Geográfica (SIG) para representar territorialmente los resultados.
El contenido de este comunicado fue publicado originalmente en la página web la Generalitat de Catalunya
