La entidad Andorrana Andbank, que en diciembre de 2014 amplió su presencia en España al adquirir parte del negocio del fructífero Banco Inversis, niega un Bonus ya generado y provisionado y despide a Delegada Sindical

La entidad Andorrana Andbank, que en diciembre de 2014 amplió su presencia en España al adquirir parte del negocio del fructífero Banco Inversis, sigue actuando como si se rigiera por la normativa Andorrana y no española y, según denuncian desde la Federación Independiente de Trabajadores de Crédito, "negando de manera sistemática los derechos de los trabajadores: su presentación consistió en impedir la constitución de la Mesa electoral para celebrar elecciones a Representantes de los Trabajadores convocadas por la Federación Independiente de Trabajadores del Crédito, ya que al aumentar significativamente su plantilla de menos de 50 trabajadores a más de 200 se hace necesario crear un Comité de Empresa de 9 miembros como prevé la normativa laboral española".

Además, tampoco pagan a parte de los nuevos empleados provenientes de Inversis, el bonus que estos devengaron en su empresa de origen en el periodo de enero a noviembre de 2014, habiendo sido una cantidad provisionada en la sucesión de empresa a estos efectos. Cuando desde la FITC se reclama el mismo a la responsable de Recursos Humanos, esta expresa estar esperando instrucciones de Andorra, cuyo Director General de Recursos Humanos, D. Jordi Checa, en contestación a los escritos recibidos de esta formación sindical, pide un tiempo “tras el descanso estival” para estudiar la situación, tiempo que en octubre la FITC considera más que cumplido, dando la callada por respuesta ante la nueva petición del sindicato, que obra según lo previsto por nuestra legislación y lo eleva a los tribunales, obteniendo como respuesta de esta entidad el despido de nuestra delegada, el cual aceptan como improcedente.

"Sin embargo ahí siguen; Entidad rodeada por la polémica, desde un entonces alto cargo detenido por supuesta violencia de género, y con vinculaciones a escándalos como los producidos por la familia Pujol, parece no importarle en absoluto su imagen pública, mucho menos su plantilla, a la que gestionan con total desprecio, habiéndose hecho ya famoso entre ellos lo que coloquialmente llaman 'el despido de los viernes'”, sentencian desde la FITC.