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La sed es peor que el hambre. El hombre no puede sobrevivir sin líquido más de un par de días. Al igual que el agua en abundancia actuó como un catalizador en el desarrollo de la humanidad, por el contrario, su carencia supone un inmenso obstáculo para el progreso.

 Posteriormente, las bebidas han marcado la historia política y cultural de la humanidad. Además del café, la cola, la cerveza, el vino y el ron, el té también ha cambiado el mundo. Actualmente, el té es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua. Para apreciar la importancia del comercio internacional del té y de todos los implicados en este, desde los cultivadores de té hasta los consumidores, el 15 de diciembre se celebra en muchos países productores de té, ya desde 2005, el Día Internacional del Té.

Los amantes del té compran confiados su té en la tienda especializada. Allí se ofrece una alta calidad y una gran variedad de tipos de té finamente mezclados y aromatizados. Uno de los proveedores de té que una y otra vez destaca por las buenas condiciones de trabajo en las plantaciones de té y por el aumento en el cultivo de té biológico, es la empresa productora de té alveus de Hamburgo. Este mayorista del té hace un llamamiento a todos los amantes del té para brindar, el 15 de diciembre, por la cultura internacional del té.

El autor británico Tom Standage describe en su libro "Seis bebidas que movieron el mundo" la influencia que ha tenido el té en la historia del mundo. Después del café, el té chino conquistó la Europa continental. Los británicos, en particular, estaban muy impresionados por está infusión caliente e intensificaron el comercio con el lejano oriente. Ya en el siglo XVII, el té se estableció como parte del estilo de vida británico. Gran Bretaña se había erigido como potencia a nivel mundial en lo que al té se refiere y aseguraba el abastecimiento para las primeras plantaciones de té en la India. También es legendario el conocido como Motín del té de Boston, el 16 de diciembre de 1773, en el que una disputa acerca del gravamen de los impuestos sobre el té se fue de las manos teniendo como consecuencia que comerciantes y ciudadanos indignados abordaran buques mercantes británicos y lanzaran cientos de cajas de té por la borda. Este evento fue el codetonante de la Guerra de la Independencia y de la separación de América de la corona británica.

Nuestra cultura del té está estrechamente entrelazada con los acontecimientos del pasado e incluso hoy en día no para de cambiar. La próxima vez que beba una taza de té piense en toda la historia que se esconde en ella. Nunca volverá a tomar té como antes.

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