Desde Farmacia Provenza 156 nos recomiendan una serie de consejos que podemos seguir para proteger nuestra salud y nuestra piel en los períodos fríos.
Se acerca el invierno y, con él, el descenso de las temperaturas. En esta época, debemos intensificar el cuidado de nuestro cuerpo. Para ello, es importante abrigarse adecuadamente, evitar cambios bruscos de temperatura, mantener la hidratación de nuestra piel, para evitar rojeces y sequedad, y completar nuestra alimentación con un aporte extra de vitaminas.
¿Cómo cuidar nuestro organismo?
Resfriados, congestión, estornudos, gripes... Es común que los cambios de temperatura y el aire frío debiliten nuestras defensas. Debemos tener en cuenta no sólo la protección externa (con abrigos adecuados, guantes, bufandas o gorros), sino también la interna, mediante una buena dieta, ejercicio físico e hidratación. En la alimentación, está altamente recomendado aumentar la ingesta de vitamina C, presente en cantidad de frutas y especialmente en la naranja. Tomar zumos naturales en el desayuno es un buen método para prevenir las enfermedades.
También podemos completar nuestra dieta con la toma de suplementos vitamínicos que refuercen el organismo y sistema inmunitario, ayudando a nuestras defensas a recuperar su estado natural. Por ejemplo, las ampollas de Venpharma Inmuno20.
Otro de los productos más utilizados durante esta época es la jalea real, que contiene nutrientes que nos aportan toda la energía necesaria para el día a día. La jalea real contiene vitamina B (donde destacan las vitaminas B3, B5, ácido fólico y biotina), aminoácidos, oligoelementos (como el hierro, cobre, potasio y fósforo, entre otros) y minerales. Sonia Carazo, farmacéutica gerente de Farmacia Provenza 156, indica que “generalmente la jalea real viene en pequeñas dosis diarias, que se pueden tomar directamente o añadidas a cualquier bebida o comida, lo que lo hace mucho más fácil, sobre todo para dar a los más pequeños de la casa”.
Con el frío también aumenta el dolor de garganta entre la mayoría de la población. Es necesario abrigarse bien antes de salir y, en caso de notar molestias, podemos optar por remedios caseros, como la toma de leche o infusiones calientes, que podemos acompañar con miel o propóleos.
Proteger la piel del frío y del viento
El frío también puede hacer que nuestra piel se deshidrate, produciendo sensibilidad, enrojecimiento, descamaciones o sequedad. Para protegerla, es recomendable utilizar cremas hidratantes humectantes. Pero hay muchas cremas que se resecan de seguida y dejan la piel como grasosa, por lo que es importante utilizar las que contengan base de agua, además si ésta es agua marina, purificada o termal, aumentamos aún más el cuidado de la dermis.
No hay que olvidar tampoco el fotoprotector. Aunque la sensación ambiental sea fría, los rayos solares se propagan de la misma manera que en verano. Además, tal y como indica Sonia Carazo, “en alta montaña, los rayos aún tienen más riesgos, porque se reflejan en la nieve y su propagación es mayor. Por eso hay que usar protector solar, mínimo de factor 15 SPF".
Aun así, no todo son inconvenientes. “Aunque el sol ataca igual que el resto del año, también es cierto que nos exponemos mucho menos a él, por lo que es una época perfecta para iniciar tratamientos que pueden ser más agresivos para la piel, como peelings o aquellos que incluyen laser”, comenta la experta.