Hoy día y dado la preocupación existente en la sociedad actual por llevar a cabo una alimentación saludable, el etiquetado de alimentos es una cuestión que cobra cada vez más importancia entre los consumidores. La demanda de productos con calidad probada y certificada es una tendencia creciente en los mercados, ya que es el modo que tenemos de conocer información relativa a la composición, los procesos de fabricación y manipulación de los alimentos que vamos a consumir
Hoy día y dado la preocupación existente en la sociedad actual por llevar a cabo una alimentación saludable, el etiquetado de alimentos es una cuestión que cobra cada vez más importancia entre los consumidores. La demanda de productos con calidad probada y certificada es una tendencia creciente en los mercados, ya que es el modo que tenemos de conocer información relativa a la composición, los procesos de fabricación y manipulación de los alimentos que vamos a consumir.
Estudios recientes demuestran que, a la hora de realizar las compras, cada vez nos interesa más conocer aspectos sobre la naturaleza del producto, su origen o lugar de producción, métodos de producción y transformación, así como de la afectación que se haya podido producir en el medio ambiente para su obtención o fabricación.
Este creciente interés por parte de los consumidores se debe fundamentalmente a dos causas. Por una parte, al incremento en el mercado de productos manipulados genéticamente, y por otra, a una mayor entrada de productos en España procedentes de otros países que no siempre cumplen la normativa vigente, en relación a la obligación de informar en su etiquetado en castellano. El etiquetado de los alimentos, como derecho a la información, es uno de los derechos básicos del consumidor, que exige que la información mostrada sea eficaz, veraz, suficiente sobre sus características esenciales y que no induzca a error al consumidor.