img

Crecer con animales siempre aporta beneficios pero la ciencia ha visto que en niños con TDAH estos son todavía mayores

Tener un perro en casa supone tener una vida mejor tanto a nivel físico como mental. Aristopet, la comunidad y tienda online con todo para mascotas se suma a la difusión de la importancia de tener perros en familia y, sobre todo y muy especialmente en aquellas familias donde hay niños con TDAH.

El llamado mejor amigo del hombre (y con razón) ayuda a mejorar la salud física y mental y así lo corroboran diferentes estudios científicos tal y como lo publicó la Fundación Affinity en su II Análisis sobre el vínculo entre personas y animales de compañía y que mostró a través de su campaña: 'Contigo soy mejor'.

La vida con animales es mucho mejor, ayudan a mejorar como personas y además favorecen la salud física y mental de las personas que conviven con ellos. Las mascotas disparan los niveles de oxitocina. Esta hormona, más conocida como la de la felicidad, está presente en infinidad de momentos y es la responsable del amor o del apego, es la gran protagonista, por ejemplo del parto o la lactancia.

En realidad casi todos los seres vivos son capaces de segregarla, siendo los humanos, por su carácter marcadamente social, quienes más niveles presentan en momentos de felicidad. La oxitocina es lo contrario, por ejemplo, de la adrenalina, la hormona del estrés por naturaleza, por lo tanto, tener un perro, segregar oxitocina y reducir la ansiedad es todo uno. Está demostrado que convivir con un perro mejora, y mucho, la calidad de vida de las personas.

Existen programas que ayudan a personas mayores con alzheimer u otras demencias, niños con autismo o hiperactivos.

Los niños con TDAH, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, suelen ser reacios a obedecer, se aíslan más de lo normal y pueden llegar a tener una baja autoestima. Varios estudios demuestran que trabajar con perros de asistencia mejora los resultados de las sesiones. En el caso de niños con hiperactividad les ayuda a mejorar en sus habilidades sociales.

En el hospital de Torrejón se llevaron a cabo varios estudios con animales de compañía. Se demostró que la mayoría de los pacientes con TDAH consigue reducir las dosis de medicamentos cuando reciben terapia asistida con perros. De hecho en 2017 presentaron en Madrid el Servicio de Intervención Canina, para llevar perros de terapia a hospitales, centros educativos y residencias de mayores, con el objetivo de dar apoyo, cariño y atención a estas personas.

Manuel Antonio Fernández, más conocido como el Neuropediatra y experto en TDAH lo corrobora: "Desde hace tiempo se conoce la utilidad de la terapia con animales para algunas patologías neurológicas infantiles. Para niños con autismo y otros trastorno del neurodesarrollo se realizan terapias regladas con diversos animales como caballos, delfines. Por otro lado, el uso de animales como los perros para finalidades de apoyo a personas viene de antiguo como por ejemplo los perros guías de los ciegos con los que la ONCE trabaja".

La Escuela de Medicina de la Universidad de California en Irvine (UCI) -explica el experto- publicó un estudio que respalda los efectos positivos de la terapia con perros para reducir los síntomas del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).El Estudio dividía a los participantes en mitad con perro adiestrado y mitad sin él. Los resultados fueron más positivos para aquellos niños que contaban con perro en la terapia. Eso sí, un perro adiestrado.

Fuera de estos estudios, la información existente no es muy amplia. A pesar de ello, el mero contacto con animales como los perros, que cuentan con una comunicación no verbal de alta intensidad, parece ser favorecedor para los niños con trastornos del desarrollo como el TDAH.

Tener un perro hace que se tengan que tener unas responsabilidades concretas y magníficas para niños en general y niños con TDAH en particular. Aristopet, aporta las claves:

Establecer rutinas. Los perros, independientemente de su tamaño o raza, necesitan salir a pasear o a correr. Dependiendo de la edad, raza o peso precisarán más espacio o más tiempo pero por su carácter social será muy bueno para ellos que salgan al menos dos veces al día aunque lo ideal sería tres, siendo una de esas tres un paseo largo. Tener un perro y la obligación de pasearlo a determinadas horas del día exige mantener una rutina que es siempre beneficiosa para los niños con TDAH.

Responsabilidad. Tener un perro implica responsabilizarse de él. Tener siempre su comida y bebida preparada, que su comedero y bebedero estén limpios, procurarle una cama confortable, vigilar su estado de salud, llevarlo a la peluquería, asearlo de manera adecuada a su raza y características, abrigarlo si hace frío, cortarle las uñas, ponerle sus vacunas y en la calle, estar atento a atarlo si se visualiza un peligro para él.

Canalizar la hiperactividad. Los niños hiperactivos necesitan grandes dosis de movimiento físico diario y esto no siempre es fácil de dárselo. Quien sí estará siempre dispuesto a una gran actividad movimientos será un perro, especialmente aquellas razas más movidas.

Mejora el rendimiento cerebral. Hacer ejercicio es una de las mejores cosas que le pueden suceder a un cerebro para estar vital y en forma. Salir a pasear al perro, no solo mejora el estado físico de las personas, sino que también lo hace a nivel mental.

Educa en educar. A los perros hay que educarlos. Enseñarles dónde tienen que hacer sus necesidades fisiológicas, cuándo tienen que obedecer si se les llama, sentarse...y sobre todo y fundamental educar bien a un perro con determinación pero cariño es fundamental para evitar futuros comportamientos desagradables. Si en esto contribuye el menor con TDAH será un gran aliciente para él por cuanto se le otorga una responsabilidad de la que sentirse muy orgulloso.

Evita la obesidad infantil. La OMS lleva advirtiendo más de una década el crecimiento exponencial de la obesidad infantil. Tener perro y sacarlo a pasear es un arma poderosísima para que el niño no esté sentado en un sofá viendo la tele y practicando el sedentarismo.