El edificio es un proyecto de Francisco Candel y de Juan Caballero, quienes, como autores, introdujeron una interesante reflexión sobre el grado de protección que deberían tener los edificios contemporáneos, puesto que determinadas obras, emblemáticas pese a ser recientes, no pertenecen ni a los arquitectos ni solamente a sus dueños, sino también a la ciudad y al paisaje urbano