Según el último informe de Qustodio, la mayor preocupación de los menores en cuanto al uso que hacen de las pantallas es quedarse sin internet, por delante de su privacidad o acceder a contenido inapropiado. Para los jóvenes, quedarse sin conexión es también desconectarse de su vida social, algo que puede tener efectos en su comportamiento. De hecho, acorde con un estudio elaborado por la OCDE, siete de cada diez adolescentes españoles declaran sentirse "mal" si no están conectados de alguna manera