Hay encuentros que dejan huella. Y eso fue precisamente lo que ocurrió cuando el doctor Manuel de la Peña, gurú de la longevidad, conoció a sor Rosario Soto. Esta religiosa gijonesa, nacida en 1914, acaba de cumplir 111 años, no sólo mantiene la lucidez, sino que contagia alegría, según cuenta el doctor, y su vitalidad es tal que cualquiera podría pensar que el tiempo se detuvo para ella