Hasta un 30% de los casos de fracaso escolar tiene su origen en problemas visuales. El regreso a las aulas permite observar ciertas conductas en los niños, que pueden evidenciar la existencia de problemas de visión. Faltas de ortografía, mala caligrafía o las dificultades para entender lo que se lee suelen ser consecuencia, en muchas ocasiones, de problemas de enfoque o de percepción, muy difíciles de detectar sin ayuda médica, explican desde Clínica Villoria de Pontevedra.