BBVA ha vendido a un inversor financiero su sede en París, por un importe de 32 millones de euros. BBVA, que había adquirido el inmueble en 1919, permanecerá como inquilino en el emblemático edificio. Esta operación forma parte de la estrategia, iniciada hace seis años por el Grupo BBVA, de optimizar la cartera de activos inmobiliarios.